Descripción
Uno de los grandes desafíos para las empresas es desarrollar una cultura organizativa, teniendo en cuenta la diversidad que pueda existir en ella. Una gestión óptima de la diversidad permite aceptar y aprovechar las diferencias y similitudes como potencial en una organización.
Aplicar las estrategias adecuadas, así como informar a todos los trabajadores sobre valores y principios que buscan el bien común, ayudará a favorecer conductas éticas y a desarrollar una adecuada Responsabilidad Social Individual (RSI) dentro de la empresa.